F1 en Mónaco: Colapinto mostró temple y oficio en una caótica carrera urbana

En apenas su segundo Gran Premio como piloto titular de Alpine, Franco Colapinto dejó señales claras de su potencial en uno de los trazados más exigentes del calendario de Fórmula 1. El argentino largó 18° y cruzó la bandera a cuadros en el 13° puesto, en una edición del Gran Premio de Mónaco marcada por la estrategia, los errores ajenos y la capacidad de supervivencia.

En un circuito donde adelantar es casi una utopía, Colapinto capitalizó cada oportunidad con madurez y sangre fría. Esquivó los múltiples incidentes que forzaron tres neutralizaciones y supo mantenerse dentro del ritmo pese a una estrategia que, como él mismo reconoció, arrancó con el pie izquierdo. “Largamos con la goma equivocada”, admitió, haciendo referencia al compuesto con el que salió a pista. A eso se sumó el prematuro abandono de su compañero de equipo, Pierre Gasly, lo que forzó a Alpine a ajustar el plan sobre la marcha.

A pesar de las adversidades, el piloto de Pilar demostró lo más difícil para un debutante en este tipo de escenarios: consistencia, criterio y control emocional. “Fue una carrera dura, complicada. Pero tratamos de ir hacia adelante vuelta a vuelta”, comentó al término de la competencia. La remontada de siete posiciones no solo refleja una sólida gestión de carrera, sino también una lectura inteligente de los momentos críticos.

En la cima del clasificador, Lando Norris (McLaren-Mercedes) firmó una victoria incuestionable gracias a un ritmo demoledor y una ejecución quirúrgica de la estrategia. Lo escoltaron Charles Leclerc (Ferrari), que volvió al podio en su carrera de casa, y Oscar Piastri (McLaren-Mercedes), actual líder del campeonato con 161 unidades, seguido por Norris (158) y Max Verstappen (Red Bull), que suma 136.

Colapinto, por su parte, se lleva mucho más que puntos (que no obtuvo esta vez): se lleva kilómetros de aprendizaje de calidad, experiencia en el tráfico, gestión de neumáticos, relanzamientos y toma de decisiones en tiempo real. “Fue un buen domingo. Estoy un poco lejos todavía, pero saqué buena información. Tengo que seguir entendiendo y aprendiendo”, cerró con autocrítica y ambición.

La próxima cita del Mundial será en Barcelona, donde el trazado permanente de Montmeló le dará a Colapinto una nueva chance de seguir consolidándose como una de las gratas revelaciones de la temporada.